El Museo del Comercio acoge una  colección de unas cien miniaturas realizadas artesanalmente que recrean el mundo cercano de su artífice, Don Cristóbal González. 

Don Cristóbal González ha dedicado su tiempo y su dinero en recrear  las herramientas y aperos de su mundo cercano: herramientas de carpintería, labranza, útiles utilizados en la matanza y en las tareas del campo incluidas las referencias a la ganadería, pues encontramos recreaciones del mundo del los toros, al cual el autor es gran aficionado. 

En la colección puede observarse como eran y funcionaban las antiguas máquinas agrícolas como el arado con vertedera, el carro para transportar la mies y demás aperos de labranza. En ocasiones, don Cristóbal se ha detenido en reproducir distintas variantes de la misma maquinaria, como ocurre  con los trillos de arrastre, del que encontramos tanto el tradicional como el de rodillos.