Para varias generaciones de salmantinos, Paulino es un nombre asociado al comercio de la ciudad. Sinónimo de prestigio, novedad y también de lujo, su trayectoria histórica estuvo vinculada a la de su ubicación, la Plaza Mayor.
Pero Paulino fue también una empresa que traspasó los límites de Salamanca para asentarse en la capital del país, donde sus tiendas compitieron durante décadas con los comercios más prestigiosos de su ramo.
Tomás Rivas Verdú, que trabajara en este local durante más de cuarenta años, ha escrito la historia de la empresa fundada por Paulino García Hernández, en 1927, y que tuviera su primer asiento en la calle Quintana.